domingo, 28 de julio de 2019

Adios mundo, hoy he fenecido.

Obviamente no escribo yo, pero el amanuense sabe lo que se escribe.

He sido gato durante 8 años, exactos, y he tenido la mejor vida gatuna que mis familia humana me pudo dar y la que yo me supe buscar.

Los últimos siete años los viví, disfruté y padecí en Los Molinos, como un gato callejero más, con una casa donde refugiarme, y una familia humana donde me sentí un miembro más.

Nunca cayeron en la tentación de coartarme mis capacidades gatunas, y desde joven me alentaron a salir, y convivir como un gato más fuera de casa. Ahora, en otro nivel de conciencia, aprecio sobremanera la angustia que les produje cuando tardaba más de un día en volver. Y ahora se que aunque ellos no estuviesen monitorizaron con cámaras en la casa si volvía y si tenía comida y agua.

Con ellos la relación nunca fue como amos, ni como congéneres gatunos, y por contra yo tampoco fui para ellos ni mascota, ni juguete, aunque aprecie el orgullo con que me presentaban a las visitas que pasaban por nuestra casa. Porque si, la casa era de todos, y yo un miembro más, diferente claro está, pero nadie era igual.

Luis siempre supo masajearme como nadie, me quitó hasta la ultima garrapata,, y hasta me limpiaba las uñas. Algo que no he dejado hacer a ningún otro mortal.

José me quería a su manera, y a mi me gustaba dormir con él en su cama, notaba su cariño especial.

Con el otro José siempre aprecie los paseos que nos dimos. Al principio siguiendole yo por el pinar, más de una vez me tuvo que bajar de un árbol.  Luego yo, le tenía que esperar, e incluso maullarle para que supiese donde estaba en la noche. Estos humanos tienen muchas cosas, pero unos sentidos poco afinados.

Merche jamás me dejó sin darme su mejor plato, aunque llegase a mitad de la noche.

Juntos hemos sido todos mejores, yo pude desarrollarme como gato. No voy a contar aquí mi faceta gatuna, porque esa es la parte oculta que tanto los gatos como la luna jamás enseñan. Pero hoy cuando me ponían la última inyección he sabido que le daba lo que más aprecian los humanos. Les he dado emociones, muy tristes al final con las que demostraban su amor hacía mi, y he visto como acrecenté su sentido de responsabilidad ante quién a priori podía parecer un ser inferior.

Gracias a todos.

Mus.

28 de julio de 2019.

Lo hubiese escrito en facebook, pero me cerraron la cuenta

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